Arte en el trópico.

A mediados de los años 80, Bernardo Paz comenzó a imaginar Inhotim, un centro de arte como respuesta a los demanes que sus prospecciones mineras generaban en el medio ambiente de Minas Gerais. Se puso en contacto con el artista y paisajista Roberto Burle Marx, el gran renovador de la disciplina en Brasil, y este comenzó a componer unos jardines que mezclaban especies autóctonas y asiáticas, entre las que se distribuían varios edificios-galería.

El proyecto continuó a pesar de la muerte de Burle Marx en 1994, abriendo finalmente en 2006, y presentando en 2009 su primera e impresionante colección al mundo.

Pensado como una villa de recreo, el museo cuenta con diez galerías edificadas en función de las piezas que van a acoger: cuatro son permanentes, dedicadas a los artistas brasileños más importantes, como Cildo Meireles o Doris Salcedo.

El resto, y sobre todo sus jardines, acogen esculturas e instalaciones de artistas de la talla de Paul McCarthy, Olafur Eliasson o Dan Graham.

Más información: www.inhotim.org.br

La cámara adora este centro.