lunes, 15 de abril de 2013

Un mago en la luna.



El epitafio grabado sobre la tumba de George Méliès en el cementerio parisino de Pere Lacheise dice escuetamente: "George Méliès createur du spectacle cinematographique 1861-1938". Simple descripción una carrera tan prodigiosa como la suya.





George era hijo de un ilustre industrial parisino, dedicado a la zapatería, que muy joven salió de su país, rumbo a Londres, a perfeccionar su inglés, siendo allí donde inicia su pasión por los espectáculos de magia.
A su vuelta a Paris asiste en 1985 a las inaugurales sesiones de los hermanos Lumière, donde proyectaban imágenes animadas, tentándole a probar suerte con este nuevo invento, comprando un proyector, y tras meses de pruebas y ensayos, finalmente en 1896 proyecta por primera vez su primera cinta animada.

Considerado el primer mago del cine, Méliès fue uno de los impulsores de las sombras animadas, la linterna mágica, la fantasmagórica, la cronografía y el ilusionismo.
Sin embargo el cineasta e investigador francés sólo utilizó la sucesión de imágenes para crear el movimiento cinematográfico.



George Méliès fue un actor frenético, dibujante, escenógrafo, artífice del espectáculo cinematográfico e ilusionista.

La cámara adora a George Méliès.

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