lunes, 27 de mayo de 2013

Míreme, sonría y escupa.



El alemán Juergen Teller es uno de los fotógrafos de moda más influyente de los últimos años. Teller llegó a Londres con 22 años desde Berlín Oeste, no hablaba inglés y tuvo que aprenderlo según dice él porque, era prioritario para comunicarse con el mundo


A su llegada era un hombre de campo, que en esa época el arte y la fotografía no significaban nada en su vida. Lo suyo fue cuestión de supervivencia.
Conoció las cámaras de pura casualidad, aguantando las burlas de su familia - ¿fotógrafo de boda quieres ser? - y comenzó su carrera haciendo portadas de grupos underground como Sex Pistols, Nirvana, Courtney Love, Bjork o Sinead O'Connor, dando de pronto el salto a la moda.



Al principio sólo masculina, pero con el tiempo empezó a fotografiar a mujeres, cogiendo seguridad y trabajando con modelos que estaban en pleno despegue como Linda Evangelista o Kate Moss, casi nada.
Estas eran estilizadas y divinas, y Juergen tímido, regoderte y con unos mofletes rojos parecidos a los de un bebe sanote.



Junto al norteamericano Terry Richardson se convirtió en el paladín de la estética snap-shot, un estilo de fotografías aparentemente improvisadas, con encuadres raros, ojos rojos y granulo tosco. 
Pero su obra va más allá: tiene una narrativa cinematográfica increíble, trabaja con grandes firmas de moda las cuales le encargan sus campañas de publicidad.
Atrajo la atención de las galerías de arte, mostrando un Teller más personal, más autobiográfico, con autoretratos, muchos de ellos desnudo, y fotos de familia.

En cuanto a sus retratos, a desconocidos o a celebrities, suele inmortalizarles en actitudes impensables.
Juergen Teller es todo un peso pesado del arte. 



La cámara adora a Juergen Teller.

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